Es bien sabido que el desayuno es la comida más importante del día, ya que gracias a ella obtenemos la energía necesaria para afrontar todas las actividades que realizaremos a lo largo de la jornada. Sin embargo, muchas veces tenemos la mala costumbre de no desayunar, ya sea por falta de tiempo, estrés o porque tenemos la sensación de no tener apetito y pensamos “ya comeré algo luego”. Adquirir el mal hábito de no desayunar, puede tener algunas consecuencias en nuestro día a día. Al saltarnos el desayuno, nuestro metabolismo reduce su velocidad para ahorrar energía y hay menos disponibilidad de nutrientes necesarios cuya carencia resulta en un bajo desempeño tanto académico como laboral y físico. Todo ello suele ir unido a síntomas como mareos, dolores de cabeza, debilidad, cansancio o sueño.
Un buen desayuno, que sea variado y equilibrado, es necesario para obtener energía y nutrientes para la primera parte del día. Ahora bien, ¿cómo debe ser este desayuno ideal? En primer lugar, es necesario que cubra alrededor del 20-25% de las calorías que consumimos a lo largo de todo el día. También es importante que, en la medida de lo posible, saquemos un rato para disfrutar del desayuno sentados, dedicándole el tiempo suficiente.
En cuanto a los tipos de alimentos que no deben faltar en el desayuno, encontramos un alimento del grupo de los lácteos, otro del grupo de los cereales y alguna pieza de fruta. Además, es conveniente añadir un alimento proteico como derivados del cerdo de capa blanca, por ejemplo, el jamón.
Tenemos claro que el desayuno es una de las comidas que no debe faltar, pero, además, ¡puede llegar a ser la más deliciosa! A continuación, te dejamos algunos ejemplos de desayunos riquísimos.
Opción 1
Si eres de los que utiliza la excusa de ir siempre justo tiempo, dedicando apenas diez o quince minutos cada mañana antes de salir de casa, podrás preparar esta propuesta sencilla y exprés, que a la vez te aportará energía y nutrientes.
- Té.
- Un yogur.
- Un sándwich de jamón cocido.
- Una manzana.
Opción 2
Otra opción que tampoco nos robará mucho tiempo es la siguiente.
- Café con leche semidesnatada.
- Pan integral con tomate y jamón serrano.
- Zumo de frutas natural.
Opción 3
Por último, para los fines de semana o los días que podamos dedicarle unos minutos más, te presentamos otra propuesta igualmente deliciosa y algo más elaborada.
- Café con leche semidesnatada o infusión.
- Tostada de pan integral con queso fresco y jamón cocido, jamón serrano o lomo embuchado.
- Yogur natural con fruta fresca troceada y un puñadito de frutos secos.