El sector porcino de capa blanca español ha experimentado en las dos últimas décadas “una profunda transformación que le ha llevado a convertirse, por méritos propios, en uno de los grandes líderes internacionales y en un referente de lo que se conoce como la ‘ganadería moderna’: profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente”.

Son palabras del director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), Alberto Herranz, esta mañana durante la mesa redonda ‘Bienestar animal y seguridad alimentaria’, organizada por el periódico El Confidencial, en un foro en el que ha explicado, entre otras cuestiones, que España aplica el modelo de producción europeo, que conlleva la legislación más exigente del mundo en bienestar animal, seguridad animal y protección del medio ambiente.

De hecho, ha añadido, “fuimos el primer país de la UE en implementarla en el año 2013, no sólo cumpliendo con sus requisitos normativos sino yendo más allá de las exigencias europeas”. En este sentido, ha afirmado que “podemos decir, con orgullo, que no existe hoy en día ninguna zona del mundo con una normativa más respetuosa con el medio ambiente y que garantice más espacio, mejores condiciones higiénicas y mayores comodidades”

Asimismo, el director de INTERPORC ha manifestado que son los propios profesionales del sector porcino los primeros interesados en dotar del mayor cuidado y atención al ganado durante todas las fases de producción, toda vez que la mejor calidad de vida de los animales se traduce en una mayor calidad de los productos destinados a los consumidores.

Trazabilidad de la granja a la mesa
Ese modelo de producción tan exigente conlleva además, según ha expuesto Herranz, “un riguroso sistema de trazabilidad” que permite seguir todo el proceso de producción de un alimento desde el lugar y fecha de nacimiento de los animales, es decir, desde la granja a la mesa.

Así mismo, “la carne y los derivados cárnicos están sometidos a un estricto control por parte de las autoridades europeas y españolas” que aseguran que todos los productos que están en los puntos de venta son seguros y de calidad. Por eso, ha añadido, “confían en nosotros más de 130 países, en los que estamos presentes”.