- También han disminuido un 55% por kilo producido las emisiones de metano derivadas de la gestión de estiércoles gracias a la apuesta por un exigente sistema de prevención y control integrados de la contaminación
- El sector porcino es hoy un referente internacional de lo que se conoce como la ‘ganadería moderna’, profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente
Madrid, a 30 de agosto de 2018.– En su apuesta por un modelo de producción sostenible basado, entre otros aspectos, en la prevención y control integrados de la contaminación, el sector porcino español ha reducido en los últimos años un 47% las emisiones de amoniaco por kilo de carne producida, según datos del Inventario Nacional de emisiones de Contaminantes atmosféricos 1990-2016, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Así, las cifras reflejan que en el año 1990 el sector porcino emitía 1 kilotonelada de amoníaco por cada 26.500 kilos de carne producidos, mientras que en el año 2016, con la misma cantidad de carne producida, emite menos de 0,53 kilotoneladas, una reducción importante derivada de las medidas adoptadas a lo largo de estos años por las granjas españolas.
Del mismo modo, en ese período también han disminuido un 54,7% por kilo producido las emisiones de metano procedentes de la gestión de estiércoles, según datos del Informe de Inventarios GEI 1990-2016.
Los datos, ponen de relieve no sólo el compromiso del sector por el cuidado del medioambiente, sino que además demuestran que “el aumento de la producción, cuando se hacen las cosas bien, va parejo a una mayor eficiencia y a un menor impacto ambiental”, según ha destacado Alberto Herranz, director INTERPORC.
Los ganaderos españoles son muy conscientes de que deben aplicar una serie de técnicas para la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, enfocadas principalmente a la mejora durante el almacenamiento y tratamiento de estiércoles y purines y al ahorro de agua y de energía.
El porcino español aplica el modelo europeo de producción y cumple con la legislación más exigente del mundo. De hecho, fue el primer país de la Unión Europea en implementarla lo que ha contribuido de forma decisiva a convertir al sector en un “referente internacional de lo que se conoce como la ‘ganadería moderna’, profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente”.