El sector porcino de capa blanca español ha conseguido, en los últimos años, asentarse sobre un modelo de producción propio cuya seña de identidad es la sostenibilidad en todos sus aspectos: medioambiental, económica, social y ética en cuanto al trato de los animales se refiere, y que se ha convertido en el valor diferencial que nos ha posicionado como referente internacional,

En el ámbito medioambiental, los ganaderos de porcino españoles son los primeros interesados en la protección del entorno en el que desarrollan su actividad. No podemos olvidar que es la propia naturaleza la que nos da de comer a nosotros y a nuestros animales, por lo que son muy conscientes de que deben aplicar una serie de técnicas enfocadas a la prevención y control integrados de la contaminación.

Su premisa es “reducir-reutilizar” y esto ha llevado al sector porcino a disminuir, en los últimos años, un 22% las emisiones de gases de efecto invernadero y un 30% el uso de agua por kilo de carne producido.

Además, con la nueva normativa de gestión de purines se reduce en un 30% los nitratos y también supone una gestión más eficiente, ya que se aplicarán directamente al suelo, con enterramiento.