La obesidad infantil es un problema creciente en España. A continuación analizamos los factores que la promueven así como los resultados del nuevo estudio PASOS, estudio pionero cuyo objetivo es evaluar la actividad física, el sedentarismo, los estilos de vida y la obesidad de los niños/as y adolescentes españoles de 8 a 16 años y sus familias

Al menos 1 de cada 3 niños y niñas en España tienen exceso de peso, y los datos apuntan que esta cifra continuará creciendo en los siguientes años. Todos sabemos que la dieta juega un papel muy importante en la prevención de la obesidad, pero ¿qué otros factores están contribuyendo a este problema?

El estudio PASOS (Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth) muestra que el 63.6% de los niños y adolescentes en nuestro país no cumplen con la indicación de actividad física que la Organización Mundial de la Salud recomienda. Esto es debido, en gran parte, al exceso de dedicación en el  uso de pantallas como la TV, el ordenador, los videojuegos o el móvil. Especialmente los fines de semana, la mayoría de los adolescentes dedica más de 2 horas al día al uso de ellos.

Esto nos deja un mensaje claro: para combatir la obesidad no solo es necesario cuidar la alimentación, sino que esto debe de ir acompañado por un cambio en el estilo de vida en el que se incrementen los minutos de actividad física y se reduzca el tiempo de uso de aparatos móviles y televisión. Un cambio en la dieta sin un cambio de hábitos no es la solución a este problema.

En la actualidad, los niños han dejado de tomar algunas comidas importantes del día, especialmente el desayuno y la merienda, y las han sustituido con productos industrializados como la bollería, los dulces y los refrescos. El estudio Thao muestra que un 20% de los niños toma dulces o chucherías varias veces al día y un 25% de ellos incluye bollería industrial en sus desayunos. Además, consumen con frecuencia comida rápida y bebidas azucaradas. Estos productos, innecesarios a nivel nutricional para el correcto desarrollo en la etapa infantil,  están cargados de grasas de baja calidad, azúcares  libres y gran cantidad de sodio. El cambio de hábitos alimentarios y de los estilos de vida repercute en la presencia de enfermedades infantiles que antes solo se veían en la etapa adulta, como la diabetes tipo 2.

Desayunar de forma completa resulta un hábito muy saludable ya que prepara al cuerpo para un óptimo desarrollo de las actividades del día. Por ello, es importante que esta toma sea de calidad y nutricionalmente correcta. Evitar la bollería y proporcionar  desayunos que incluyan granos enteros, frutas, lácteos y proteína de calidad es un hábito de cada vez se practica menos. Existe una solución sencilla, volver al tradicional bocadillo. Y es que seleccionando los ingredientes adecuados, pueden suponer una ración completa y equilibrada que complementa a las comidas principales ayudando, además,  a alcanzar las recomendaciones  para cada grupo de alimentos.

El valor nutricional de la carne de cerdo como ingrediente de los bocadillos resulta muy interesante: los cortes magros de la carne de cerdo presentan bajo aporte graso y alta calidad proteica.

 

Soluciones fáciles de preparar:

  • Bocadillo de pan integral con pipas de calabaza, jamón y láminas de tomate natural
  • Rollitos de jamón cocido con queso.
  • Tostadas integrales con aceite, hojas de canónigos y lacón

 

 

Referencias

  1. Casas, R. & Gómez, F. (2018) Estudio sobre la situación de la obesidad infantil en España
  2. PASOS (2019) Resultados preliminares del estudio PASOS