• El director de INTERPORC asegura que “no paramos de buscar nuevos mercados y adaptar nuestros productos a las exigencias de los consumidores de todo el mundo”

 

  • España es la tercera potencia exportadora del mundo, con más de 2,4 millones de toneladas y casi 6.300 millones de euros.

 

Madrid, a 17 de julio de 2020- El sector porcino español “tiene muy claro que diversificar es la principal herramienta para prevenir todas aquellas cuestiones que hacen sensibles a los mercados, ya sean conflictos entre países, las nuevas políticas agroalimentarias o los cambios de hábitos en los consumos, y por eso tiene una gran importancia en nuestra estrategia exterior”.

 

Son palabras de Alberto Herranz, director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), durante su intervención, ayer por la tarde, en la Jornada Técnica “Perspectiva Mercados Pecuarios” organizada por FIGAN, donde detalló que estamos asistiendo a “numerosos cambios que afectan a los mercados y tenemos que ser capaces de adaptarnos a ellos”.

 

Para lograrlo, “el sector porcino ha pasado de exportar, como un simple proceso de venta, a internacionalizarse: creando una estrategia, consolidando nuestra presencia gracias a nuestra capacidad de abastecer las demandas de los mercados, y respondiendo a las exigencias de los consumidores de todo el mundo”.

 

Asimismo, añadió Herranz, “hemos generado confianza porque damos respuesta a sus exigencias, que hoy pasan por la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y el bienestar animal”. Materias en las que el sector se ha convertido en un referente internacional.

 

La adaptación a esas demandas “nos ha permitido posicionarlos en los mercados internacionales, estamos en 130 países de todo el mundo, pero no paramos de buscar nuevos mercados y encajar nuevos productos”.

 

De hecho, las miras de la Interprofesional, sin olvidar el continente asiático, “están ahora en Australia y en los países del Sur de África, pero también estamos en México, en Chile, en los países escandinavos… y por supuesto no nos olvidamos de nuestros clientes de la UE, que representan más de la mitad de las exportaciones que realizamos”.

 

España es la tercera potencia exportadora del mundo, con más de 2,4 millones de toneladas y casi 6.300 millones de euros lo que supone un crecimiento, en los últimos tres años, del 21% en volumen y el 40% en valor.