La alimentación, en función de la etapa de la vida en que nos encontremos, varía ya que nuestras necesidades varían. Obviamente, no tienen las mismas necesidades nutricionales un adulto que un niño de 6 años. Así, en lo que se refiere a niños de entre 0 y 3 años, en cuanto a consumo de carne, consideramos que el proceso óptimo se dividiría en:

  • 6 meses à Introducción de la carne
  • 8 meses à Carne de cerdo (solomillo y lomo, eliminando grasa)
  • 1 año:
    • Necesidades energéticas 100 kcal/kg de peso/día
    • Necesidades proteicas à 23g de proteína/día

En cuanto al consumo de carne de cerdo de capa blanca, cabe destacar que el componente magro es adecuado en esta edad por su densidad nutricional, sabor y textura.

Una vez superan esta etapa, los niños y niñas en etapa pre-escolar y escolar alcanzan un proceso de consolidación de sus hábitos nutricionales. Es decir, comienzan a requerir un rico aporte en todos los nutrientes que le permita desarrollar los nuevos tejidos propios de la edad en que se encuentren. Para ello, algunos de los requerimientos más destacados en esta etapa serían:

  • Necesidades proteicas: condicionadas por las demandas de crecimiento
  • Grasa: 30-35% del total calórico: el lomo de cerdo sin ir más lejos posee 2,5 g de grasa por cada 100 g de las cuales 0,98 g son saturadas

La carne de cerdo, especialmente en sus cortes magros, es adecuada para esta etapa de la vida por su alta densidad de nutrientes.

Pasados los años, los niños y niñas pasan a la adolescencia, un período de rápido crecimiento en peso y talla y de importantes cambios físicos. Por este motivo, el cuerpo comienza a incrementar sus requerimientos, entre los que destacan:

  • Energéticos, proteicos y de algunas vitaminas y minerales (calcio, hierro, zinc, vitaminas del grupo B, vitamina D, C, A y E).
  • Requerimientos proteicos
    • 10-13 años à 0,95 g /kg pc/día
    • 14-18 años à 0,85 g /kg pc/día
  • Requerimientos de lípidos (25-35% VCT)
    • Saturados à 8% del VCT
    • Poliinsaturados à 11% del VCT.
    • Colesterol à < 200mg/día

La carne de cerdo es rica en vitaminas y minerales de interés durante la adolescencia. Su ingesta es perfectamente compatible dentro de una dieta variada y equilibrada.

Una vez alcanzamos la tercera edad comienzan a surgir nuevos problemas en nuestro cuerpo, como por ejemplo la desnutrición. Algunos de los cambios físicos derivados de está situación lo encontramos en un descenso de la masa muscular, en el gasto metabólico basal y en las necesidades energéticas de nuestro cuerpo. Por eso es importante durante esta etapa de nuestra vida escoger alimentos ricos en nutrientes. En cuanto a los requerimientos más importantes destacamos:

 

  • Proteicos:
    • >60 años à 1-1,2 g/kg de peso y día.
    • Equilibrio entre proteínas de origen animal (60%) y de origen vegetal.
  • Lípidos (30-35% VCT)
    • Monoinsaturadas 10-15%
    • Poliinsaturadas 7-8%
    • Saturadas <10%
    • Colesterol <100mg/día
  • Vitaminas importantes à D, E, C, B6, B12 y ácido fólico
  • Minerales importantes à Calcio, hierro, zinc, selenio, magnesio
    • Las necesidades de vitaminas y minerales pueden verse modificadas por problemas de salud o toma de medicamentos.

En lo que se refiere a consumo de carne de cerdo, las recomendaciones de ingesta diaria son: 100-125 g de carne magra, 100 g de jamón cocido y 40-50 g de jamón serrano. De hecho, La carne de cerdo de capa blanca, en particular las partes magras y sus derivados, suponen un alimento muy recomendable para personas de la tercera edad ya que contribuye a facilitar su alimentación, supone un aporte nutricional adecuado y, además, posee una gran variedad de preparaciones culinarias de fácil masticación y digestión.

En el embarazo y la etapa lactancia, por su parte, los requerimientos nutricionales están incrementados. Es decir:

  • Importante el aporte de:
    • Ácido fólico, hierro, calcio, yodo y magnesio.
    • En lactancia à también vitamina A y C

Además, en esta etapa, la carne de cerdo de capa blanca constituye una fuente idónea para ayudar a que las necesidades nutricionales de proteínas, hierro, vitaminas B1, B3 y B12, así como de zinc, fósforo y potasio estén totalmente cubiertas.

Por último, sobre los deportistas, cabe destacar que por su propia naturaleza también sus requerimientos nutricionales incrementados:

  • Proteínas: formadoras de tejidos. Requerimientos de aminoácidos aumentados.
  • Carbohidratos: combustible primario del musculo en ejercicio
  • Vitaminas del grupo B (B2 o B6) y vitamina C
  • Minerales como el hierro y el zinc

La carne de cerdo de capa blanca, en concreto las partes magras, son buena fuente proteica aportando proteínas de alto valor biológico, que pueden incluirse perfectamente en la alimentación de un deportista, dentro de una dieta equilibrada y siguiendo recomendaciones nutricionales.