Por otra parte, si nos centramos en un solo recurso imprescindible, como el agua, nos encontramos con que el sector porcino ha conseguido reducir su huella hídrica por cerdo producido en 167 m3, lo que supone una mejora de cerca del 30%. En total, la cantidad de agua utilizada es de 5.950 litros, de los que solo el 8% corresponden a agua potable.
Entre 1990 y 2020 la huella hídrica relativa a la producción en granja se ha reducido en un 28%; y entre 2010 y 2020 en torno a un 14%. Asimismo, diversos estudios prevén una disminución del empleo de agua en otro 10% adicional en 2030 y, de cara al futuro, sostienen que es posible llegar a reducir la huella hídrica en más de un 20% mejorando los rendimientos en granja: productividad, ritmos de crecimiento y eficiencia en el uso de agua y del pienso; y en más del 32% si en la formulación de los piensos se incorporan las restricciones de la huella hídrica de las materias primas.
En todo caso, en el camino hacia un impacto climático neutro, el objetivo es que la huella hídrica del sector porcino sea un 40% menor en 2050 respecto a 2020.
Para lograrlo el sector trabaja en numerosos proyectos y tecnologías de mejora orientados a lograr esa menor huella hídrica posible: optimización del consumo de pienso por cerdo; optimización de la eficiencia en la conversión pienso/carne; optimización de los índices de reproducción, transición y engorde; consecución de un óptimo equilibrio en la dieta proteica del ganado; optimización del bienestar animal y de su sanidad y comodidad; optimización de instalaciones, equipos y calidad del agua, así como de sistemas de limpieza, refrigeración y similares; minimización del contenido de nitrógeno de purines y estiércoles; optimización de la recuperación de agua procedente de pluviales y vertidos.
La clara reducción de las emisiones GEI, el consumo responsable de agua y la eficiencia energética en el sector porcino son tres ejemplos de que el sector porcino trabaja concienzudamente para alcanzar un impacto climático neutro en 2050. La concienciación y el compromiso de todos los profesionales del sector porcino de capa blanca español con la sostenibilidad es firme. Pero también debemos tener en cuenta que ese nivel de exigencia no puede llevarnos a olvidar lo que el sector hace en esta materia, estamos entre los países más avanzados del mundo en la protección del medio ambiente y eso es también de merecido reconocimiento.