- En los últimos 15 años la reducción se eleva al 41%, según destaca INTERPORC con motivo de la celebración mañana del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2
- El peso del sector porcino sobre el conjunto de las emisiones GEI nacionales es solo del 1,9% gracias a las medidas de control y mejora medioambiental que viene aplicando en los últimos 30 años
Madrid, a 27 de enero de 2021.- En el año 2020 el sector porcino de capa blanca español ha reducido un 4,11% sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero por cada kilo de carne producido con respecto al año 2019, según las proyecciones elaboradas por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTEPORC) a partir de los últimos informes ofrecidos por los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica.
Con estas cifras que plasman la realidad del sector, se reconfirma la tendencia a la reducción de emisiones de los últimos años provocada por la actividad del porcino, tal y como pone de relieve INTERPORC con motivo de la celebración mañana del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, también llamado Día Mundial de la Acción frente al Cambio Climático.
De hecho, si nos remontamos al año 2005 la reducción de emisiones GEI del sector porcino por cada kilo de carne producido se reduce en un 41% en los últimos 15 años. En aquel año, las granjas de porcino españolas emitían 1 kilotonelada de CO2 por cada 439 toneladas de carne producidos, mientras que en el año 2020 han sido menos 748 toneladas de carne por cada kilotonelada de CO2 emitida.
Se trata por tanto de un sector que está creciendo de forma sostenible año tras año gracias a la fuerte concienciación de los profesionales del porcino, que han ido incorporando en todos los procesos de la actividad importantes medidas dirigidas a reducir las emisiones y enfocadas principalmente a la mejora durante el almacenamiento y tratamiento de purines.
1,9% del total de las emisiones GEI
Pero los esfuerzos del sector porcino en materia medioambiental no se limitan a la reducción en la generación de emisiones GEI, sino que se extienden a otros muchos campos de la actividad, como la reducción del consumo de agua, de electricidad y combustibles o la menor generación de plásticos no reutilizables, residuos o desperdicios.
Todas están medidas de control y mejora medioambiental que viene aplicando el sector en los últimos 30 años han contribuido a que el peso de la actividad porcina sobre el conjunto de las emisiones nacionales GEI sea de solo el 1,9%.
Con todo, el sector porcino continúa mejorando comprometido con alcanzar un impacto climático neutro antes de 2050, en consonancia con lo establecido en el Pacto Verde Europeo.