• Para garantizar el cumplimiento de los requisitos exigidos de reducción se crea el Registro General de Mejores Técnicas Disponibles, al que se dará cuenta anualmente

 

  • Contempla 10 planes que deberán cumplir todas las granjas y que permitirán “consolidar el liderazgo español en bienestar animal y protección del medio ambiente”

 

Madrid, a 15 de junio de 2021.- El nuevo Sistema Integral de Gestión de las Explotaciones (SIGE) de ganado porcino, con el que deberán contar todas las granjas de porcino a partir del 1 de enero del próximo año, establece un programa que permitirá disminuir entre un 30 y un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por granja.

Para lograrlo, según explica el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), Alberto Herranz, las granjas deberán, entre otras medidas, establecer un sistema de alimentación multifase con reducción del contenido de proteína bruta.

Así mismo, deberán adoptar una de las siguientes técnicas: vaciar las fosas de estiércoles un mínimo de dos veces a la semana con el objeto de reducir al menos un 30% las emisiones GEI; cubrir las balsas de estiércoles con técnicas que reduzcan las emisiones al menos en un 40%; o llevar a cabo cualquier otra técnica, descrita como Mejor Técnica Disponible, que garantice una reducción equivalente.

Para monitorizar el alcance de las reducciones conseguidas se crea un Registro de Mejores Técnicas Disponibles, al que las autoridades competentes de las comunidades autónomas tendrán que dar cuenta anualmente.

Además, el SIGE contempla un Plan de gestión ambiental y de lucha contra el cambio climático con medidas que permitan optimizar el uso de agua y energía; controlar ruidos, partículas, polvo y olores; y un plan de producción y gestión de estiércol.

Junto a este, otros 9 planes, que se añaden a las exigentes normativas que ya cumplía el sector porcino español, y que, según destaca Herranz, “consolidarán el liderazgo español del sector porcino español en seguridad alimentaria, bienestar animal y protección del medio ambiente”,

Los planes abarcan desde la limpieza, desinfección o desinsectación de las instalaciones, el uso racional de antibióticos, el bienestar animal, la bioseguridad y un plan de formación con cursos periódicos, para garantizar que todas las personas en contacto con los animales cuenten con una formación suficiente en bienestar animal, medio ambiente, bioseguridad, sanidad, higiene y manejo de los animales y resistencia a los tratamientos incluidas las resistencias antimicrobianas y sus consecuencias.