El conjunto de la cadena alimentaria, desde la producción a la distribución, no puede dejar de responder a las exigencias, cada vez más estrictas, de las administraciones y los consumidores, especialmente en materia medioambiental o salud de los alimentos.

Los consumidores son cada vez más conscientes de lo que compran y esto ha derivado a un consumo responsable. Demandan productos sanos y saludables pero que sean elaborados con una mayor atención al medio ambiente y al cuidado de los animales. De cara al futuro se presupone que esas exigencias irán in crescendo y el futuro de todo el sector agroalimentario y el porcino en particular pasa por responder a esas demandas, y por el momento, vamos sorteándolas con nota, y estamos seguros de que así seguirá sucediendo en el futuro.

En los últimos años, la calidad nutricional de la carne no ha dejado de evolucionar gracias a la investigación llevada a cabo por la industria cárnica, que ha permitido importantes mejoras logrando productos más saludables. Por poner un ejemplo, hoy los productos derivados de porcino contienen menos sal, menos grasa e incorporan otras sustancias activas beneficiosas para el organismo, de ahí que productos como el jamón serrano tengan hasta un 50% menos de sal o que se haya reducido hasta un 60% el contenido final de colesterol, gracias a la sustitución de parte de la grasa de origen animal por ingredientes de origen vegetal.

La industria cárnica apuesta por las nuevas tendencias de alimentación para dar respuesta a las necesidades del consumidor actual. Por ello, la oferta de productos cárnicos ha evolucionado y se han llevado a cabo diferentes modificaciones. Estos productos gozan de una gran aceptación en el consumidor gracias a sus excelentes propiedades organolépticas y calidad nutricional. Además, son muy versátiles, por lo que se adaptan con facilidad a los diferentes momentos del día y a los gustos y necesidades de los diferentes grupos de población.

Crece el consumo de carne y elaborados del porcino

El resultado es que los consumidores confían cada vez más en la carne y elaborados del cerdo de capa blanca, de ahí que el año 2020 permitiera al porcino desmarcarse de la trayectoria de retroceso del consumo de todo tipo de carnes que se había venido produciendo en los últimos años, superando los 1,09 millones de toneladas, lo que supuso un crecimiento del consumo del 7,5% en volumen y del 13,8% en valor.

Ese crecimiento en el consumo también se vio acompañado con un notable incremento de las exportaciones, de hasta el 22%, alcanzando los 2,97 millones de toneladas.

Más sostenibilidad y bienestar animal

En lo que se refiere a la exigencia de que los productos sean elaborados con una mayor atención al medio ambiente y al cuidado de los animales el sector porcino tiene un papel muy activo. El modelo de producción es, a día de hoy, el más garantista del mundo con la salud y el bienestar del ganado gracias a que el propio sector ha adoptado medidas que van mucho más allá de lo marcado por las normativas nacional y europea, ya de por sí las más exigentes del mundo.

Además, la actividad del sector porcino es cada vez más sostenible. No hay un modelo de producción en todo el mundo que cumpla con una legislación más exigente con el cuidado del entorno. Llevamos años trabajando en la prevención de la contaminación, en técnicas para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, en la mejora de la gestión de purines, en ahorrar agua y energía, en aprovechar mejor los recursos.

El comprometido trabajo de todos los profesionales del sector porcino nos ha permitido sortear con éxito todas las exigencias que se nos imponían y liderarlas, pero los retos continúan y algunos son más que prioritarios y marcarán la continuidad de nuestro liderazgo: en la producción, seguir avanzando en la lucha contra el cambio climático; en la industria, continuar apostando por la innovación; en la distribución, atendiendo las demandas y los nuevos hábitos de compra, el comercio electrónico y la venta online. Para lograrlo el sector porcino cuenta con todo lo necesario: compromiso, profesionalización y talento en cada uno de los eslabones de nuestra cadena de valor.