Una ración de carne de cerdo cubre en torno al 15% de las recomendaciones diarias de hierro para los adolescentes varones, y cerca del 13 % para las mujeres, así como el 13% de las de zinc para ambos sexos.
Si hace unos días hablábamos de la importancia de consumir carne y productos del cerdo de capa blanca en los escolares como parte de una alimentación variada y equilibrada, esta semana nos fijamos en los adolescentes, que viven en esa etapa crítica en la que se producen importantes cambios físicos, psicológicos y sociales.
Desde el punto de vista físico, es la etapa en la que se produce el crecimiento más rápido, de ahí que aumenten mucho las necesidades nutricionales. En este sentido, los objetivos son conseguir un crecimiento adecuado, evitar déficit de nutrientes y consolidar hábitos alimentarios correctos que permitan prevenir futuros problemas de salud, como el exceso de peso, la diabetes o la osteoporosis.
El principal interés nutricional de la carne de cerdo en la etapa de la adolescencia radica en el aporte de proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Por ejemplo, una ración de lomo de cerdo (125 g) cubre el 100% de las recomendaciones diarias de tiamina y de vitamina B12 y en torno al 25% de las recomendaciones de vitamina B6. Cabe destacar que la vitamina B12 solo está presente en alimentos de origen animal, por lo que incluir alimentos como la carne de cerdo ayuda a asegurar su aporte. Además, una ración de carne de cerdo cubre en torno al 15% de las recomendaciones diarias de hierro para los adolescentes varones, y cerca del 13 % para las mujeres, así como el 13% de las recomendaciones de zinc para ambos sexos.
La carne de cerdo presenta las características nutricionales que la convierten en adecuada para esta etapa de la vida. Su alta densidad de nutrientes, destacando su aporte de proteínas, vitaminas y minerales, así como un aporte limitado de grasa en sus cortes magros como lomo y solomillo, determinan que la carne de cerdo sea un alimento a incluir dentro de la alimentación del adolescente. Asimismo, el consumo de derivados de la carne de cerdo es adecuado en esta etapa, ayudando al aporte de nutrientes.