• Mantener una buena hidratación. La deshidratación puede aparecer en las crisis hiperglucémicas.

• Realizar actividad física regularmente y ajustar individualmente las dosis de insulina si es necesario.

• Los ejercicos interválicos y de fuerza ayudan en el control de la glucemia a medio/largo plazo.

• Los paseos después de comer pueden mejorar la sensibilidad a la insulina.

• Controlar el peso ayuda amejorar la sensibilidad a la insulina.

• Controlar la glucosa en sangre tras las comidas y el ejercicio.

• Controlar las infecciones o resfriados ya que elevan la glucemia.

• Llevar un horario y frecuencia regular de comidas.

• Incluir en todas las comidas algun alimento rico en proteínas, como la carne de cerdo de capa blanca, puede ayudar a mantener los niveles de glucemia estables.

• Elegir alimentos con alto contenido en fibra y con menor índice y carga glucémica: verduras, legumbres…

• Limitar el consumo de alimentos refinados y azúcar.

• Evitar preparaciones con alto contenido en grasas.

• Reducir la utilización de sal para prevenir la hipertensión arterial.

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