• En el Día Mundial de la Madre Tierra, INTERPORC destaca que agricultores y ganaderos son grandes protectores del entorno natural para dar un futuro a sus familias
  • El sector porcino de capa blanca trabaja aplicando el modelo de producción europeo, una garantía de eficiencia y respeto al entorno
  • Las empresas porcinas realizan grandes inversiones en proyectos de economía circular y de mejora de su impacto medioambiental

Madrid, 22 de abril de 2022.- El sector porcino de capa blanca tiene integrada en su ADN la búsqueda de la sostenibilidad medioambiental, único camino para la defensa y protección de la Tierra y sus recursos naturales.

En el Día Mundial de la Madre Tierra, que se celebra hoy bajo el lema ‘Cuidar a nuestra Madre Tierra’, INTERPORC (Interprofesional del Porcino de Capa Blanca), ha querido recordar que este sector trabaja bajo la normativa europea, la más exigente del mundo en materia medioambiental. Un modelo de producción que es garantía de eficiencia y respeto al entorno.

Alberto Herranz, director de INTERPORC, destaca que “a veces parece que se olvida que el sector porcino está compuesto por personas. Gente que trabaja para dar un futuro a sus hijos. Algo que, en las zonas rurales, sólo se puede conseguir preservando el entorno, no destruyéndolo”.

En ese sentido, continúa, “la gente del campo es la primera interesada en conservar y proteger la naturaleza porque es su medio de vida. La cuida y la protege. Por eso no entienden que, en ocasiones por desconocimiento, se lancen mensajes diciendo que es un sector contaminante cuando es justo todo lo contrario”.

Herranz ha recordado que “las empresas porcinas realizan grandes inversiones para mejorar su impacto medioambiental, y ya se han conseguido importantes logros como una reducción de la huella hídrica del 15% en los últimos 10 años. Además, los datos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica son muy claros: el porcino sólo es responsable del 2,64% de las emisiones GEIs de España, frente a otros sectores con porcentajes del 27%, el 19% o el 17%”.

La economía circular es otra de las grandes apuestas del sector porcino para contribuir en la lucha medioambiental. Alberto Herranz pone como ejemplo la gestión de los purines, algo que “sin duda es uno de los grandes desconocidos para los consumidores”, expone, ya que “son un abono natural de calidad que permite reducir el uso de productos químicos en los suelos agrícolas”.

Pero, además, en un contexto internacional complicado en el que se habla tanto de crisis energética y de la necesidad de producir energías alternativas y limpias, Herranz recuerda que cada vez hay más granjas que se autoabastecen en todo o en parte con plantas de compostaje, biogás y cogeneración alimentadas por purines. Algunas, incluso, ceden energía a otras industrias.