La carne es un alimento con una gran densidad nutricional que ofrece múltiples beneficios nutricionales, con una amplia variedad de nutrientes de fácil asimilación por el organismo humano.

Su variedad y las diferentes características, dependiendo de la especie animal, de sus características de cría, así como la parte anatómica de origen de la carne, determinará su idoneidad para diferentes segmentos de la población, dependiendo de sus características fisiológicas y de sus necesidades nutricionales específicas.

En una dieta equilibrada se recomienda incluir 2 raciones diarias de proteínas: carne, pescado, leche y derivados lácteos, huevos, legumbres. Los expertos recomiendan un consumo de carnes magras, como la carne de cerdo, de 3 a 4 raciones por semana (100-125 g cada ración), eligiendo cortes magros y retirando la grasa visible antes de cocinar el alimento. Los embutidos pueden consumirse dentro de la frecuencia adecuada seleccionando principalmente los de menor contenido en grasa.