El mercado filipino de carne de porcino, al que España comenzó a exportar hace poco más de ocho años, se ha convertido en los últimos años en un destino en crecimiento de las exportaciones españolas. Solo en 2021 las ventas alcanzaron los 256,2 millones de euros y las 157.797 toneladas, esto supuso duplicar las exportaciones de 2020, el año en que España se convirtió en el primer país proveedor de carne y elaborados de porcino del país asiático, superando así a principales proveedores tradicionales como eran EE.UU., Canadá, Francia y Países Bajos.

Las exportaciones españolas representan el 27,03% del total de porcino importado por Filipinas y la carne de cerdo es la más consumida entre la población filipina.

El hecho de que España se haya posicionado como primer mayor exportador a este país se debe, entre otros motivos, a que los importadores y distribuidores del país han depositado su confianza en el sector porcino español gracias a que identifican nuestro sector con su fuerte compromiso con la calidad, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y el cuidado del medio ambiente. Todos ellos, aspectos clave para llegar a este mercado, que cada vez demanda más valor añadido en los productos alimentarios.

Junto a ese intenso trabajo del sector, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), que es una organización de ámbito nacional y constituida por organizaciones de la producción, transformación y comercialización del porcino de capa blanca tiene precisamente entre sus objetivos potenciar la imagen del sector porcino tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

En este sentido, durante los últimos años la Interprofesional española ha venido desarrollando en el continente asiático diferentes actividades -presencia en ferias, encuentros con importadores, conferencias, etc.- para dar a conocer el producto español.

Un claro ejemplo lo encontramos en nuestra reciente presencia en WOFEX, la principal feria internacional alimentaria de Filipinas. INTERPORC ha participado en esta exposición con un pabellón de 90 metros cuadrados, con un área individual para cada una de las siete empresas españolas participantes y un área institucional, además de una zona habilitada para realizar diariamente showcookings, a cargo del prestigioso chef español Javier Martín, o exhibiciones de corte profesional de jamón de la mano del campeón del concurso Internacional de cortadores INTERPORC SPAIN 2021, José Sabiote González.

A su vez, la Interprofesional continúa intensificando las relaciones comerciales entre ambos países que, en el caso del sector porcino, tanto las institucionales como las empresariales con autoridades y compañías filipinas son excepcionales.

La industria del sector porcino trabaja cada día para llevar alimentos sanos, seguros y de calidad a los ciudadanos. Su mayor compromiso es alimentar de forma saludable a los consumidores de los más de 130 países en los que está presente la carne de cerdo y sus elaborados. Entre ellos, de forma destacada figura Filipinas, donde llegan esos productos que son fruto del modelo de producción más exigente del mundo en cuanto a calidad, seguridad alimentaria y respeto al medio ambiente.

Hoy en día no existe ningún país del mundo con una normativa tan garantista con los consumidores y con el entorno, por eso, el sector porcino de capa blanca español es hoy un referente mundial en sostenibilidad, en calidad y en seguridad alimentaria.

España es el tercer productor mundial de porcino con una producción anual de 5,19 millones de toneladas y una facturación de 18.500 millones de euros. Su sector primario está compuesto por más de 60.000 granjas y tras ese primer eslabón aparece una amplia industria transformadora compuesta por más de 2.630 empresas. Es una industria moderna, competitiva y altamente profesionalizada que aplica las últimas tecnologías para garantizar la elaboración de productos cárnicos de primera calidad.

Esa estrategia ha convertido al sector porcino en un motor esencial de la economía española, donde genera más de 423.425 puestos de trabajo entre empleo directo (154.925 trabajadores), indirecto (172.750) e inducido (99.750).

Respecto al empleo femenino, 65.000 mujeres trabajan en el sector, lo que supone el 42% del empleo directo. De ellas, 31.450 están integradas en empresas de producción primaria (48,4%); 2.620 trabajan en cooperativas y empresas integradoras de porcino (4%); y finalmente otras 30.926 desarrollan su actividad en industrias cárnicas (47,5%).

La relevancia de estas cifras es mayor en la llamada España vaciada, donde su gran presencia permite fijar población y generar riqueza. No en vano, en los municipios rurales (<5.000 habitantes) se ubican el 43% de las granjas de porcino y el 45% de las industrias. En concreto, el 35% del empleo en industrias transformadoras de porcino (21.000 empleos) se genera en municipios rurales.

Los datos dan una idea muy aproximada de lo que supone el porcino para la economía española, su potencia y su fuerte posicionamiento en el ranking internacional.

Si nos centramos en la Unión Europea, el sector porcino español ocupa la primera posición en producción, censo y exportaciones de carne y elaborados. Si ampliamos al resto del mundo, el sector porcino español es el segundo en exportaciones, el tercero en producción y el cuarto en censo.

Resulta claro que las empresas españolas han solidificado sus posiciones en el extranjero y en mercados tan duros, que se caracterizan por férreas exigencias, como el coreano, el japonés o el filipino, han crecido en el último año, respectivamente, un 123,5%, un 28,7% y un 107,6%. Una prueba más de la calidad y la confianza que genera en el exterior la industria porcina española que paulatinamente, aumenta sus volúmenes, también en los mercados más minoritarios.