Los profesionales de la salud son los principales prescriptores en lo que se refiere a establecer pautas de alimentación saludable. En su labor diaria, reciben en sus consultas a multitud de pacientes que requieren de unas dietas específicas que les ayuden en la prevención y tratamiento de distintas patologías. Por este motivo, resulta fundamental que estos profesionales tengan formación en el ámbito de la nutrición.

Hoy en día, está demostrado que mantener una alimentación sana, variada y equilibrada contribuye a un mejor estado de salud. Sin embargo, la sociedad no siempre se preocupa por la dieta. Además, existe un cierto desconocimiento sobre los tipos de alimentos que se pueden o no se pueden consumir, raciones diarias… En este sentido, existen falsos mitos sobre la carne de cerdo de capa blanca entre la población.

Trasladar los beneficios del consumo de la carne de cerdo de capa blanca a la sociedad resulta imprescindible y para ello los profesionales de la salud resultan fundamentales. En este sentido, los profesionales son los que conocen las propiedades que presenta esta carne y también los distintos beneficios de su consumo en las diferentes etapas de la vida, ya que el profesional no sólo trabaja con una franja de edad sino con todas. En este sentido, por ejemplo, en el caso de los pediatras el fomento de hábitos saludables entre los más pequeños resulta fundamental para que desde la infancia sigan una correcta alimentación que mantengan a lo largo de toda su vida. De igual modo, ocurre con los médicos de familia, dietistas-nutricionistas, enfermeros, cardiólogos… que tienen que enfrentarse diariamente a diferentes situaciones y hacer recomendaciones sobre alimentación.

Entre las propiedades nutricionales de la carne de cerdo, cabe destacar su importante aporte de proteínas de alto valor biológico. También aporta minerales de interés como hierro de tipo hemo, potasio, fósforo, zinc y vitaminas del grupo B (B1, B3, B6 y B12), nutrientes implicados en diversas funciones imprescindibles del organismo como el mantenimiento del sistema sanguíneo, los huesos, el desarrollo cognitivo, el funcionamiento del corazón o del sistema inmunitario, siendo aportes necesarios en etapas de crecimiento y desarrollo, lo que lo hace un ingrediente especialmente atractivo en esta época de la vida por su buena aceptación entre niños y adolescentes.

En cuanto al contenido en grasa, muestra un perfil lipídico interesante.  Solo una tercera parte de la grasa es saturada siendo el resto principalmente grasa monoinsaturada, lo que lo convierte en un elemento interesante en contexto lipídico dentro de un patrón alimentario como el nuestro (42,9 % grasa monoinsaturada y 15,9 % grasa poliinsaturada, 34 % saturadas).

Si lo comparamos con el perfil lipídico equilibrado dentro del perfil calórico recomendado en una alimentación saludable, observamos que la carne de cerdo de capa blanca se ajusta a este perfil lipídico recomendado. Además, muchos de los cortes del cerdo poseen grasa superficial fácilmente eliminable, a la vez que permiten métodos de cocinado saludables (plancha horno, asados, etc.), reduciendo así la ingesta de grasa en la dieta.