La Fiebre Porcina Africana (ASF por sus siglas en inglés) no es una moda o una enfermedad estacional, que nos ponga en alerta en un determinado momento del año. Nada más lejos de la realidad.

Es un peligro permanente que exige una atención continua por parte de todos para evitar que llegue a nuestro territorio. No afecta a la salud humana, pero es un peligro letal para la cabaña de porcino. Arrasa con las poblaciones de las granjas en las que se detecta. No se tiene ‘un poco de Fiebre Porcina Africana’. Se tiene o no se tiene. Y con un caso en una granja, ya se tiene para el resto del mundo y te pueden cerrar sus fronteras.

Por eso conviene recordar constantemente que no hay que despistarse en las medidas de prevención. Que el hecho de haberla erradicado en 1995 no implica que eso siempre vaya a ser así. Debemos seguir en todo momento las medidas de bioseguridad encaminadas a protegernos de esta terrible amenaza que ha avanzado a través de Europa con los movimientos de los jabalíes y que está dañando durísimamente a industrias porcinas tan potentes como la alemana.

Mantenernos libres de Fiebre Porcina Africana es vital para el sector, y por eso desde INTERPORC no bajamos la guardia. Desde la Interprofesional realizamos periódicamente acciones para evitar que surjan focos porque tenemos claro que la mejor defensa contra la ASF son las labores de prevención.

En ese contexto hay que enmarcar la campaña de concienciación mediante vídeos realizadas con el MAPA o nuestra colaboración activa con el Grupo Operativo PREVPA.

Este GO procura que todos los profesionales del sector porcino y el subsector cinegético estén prevenidos y maximicen la eficacia de las medidas preventivas destinadas a evitar que la Fiebre Porcina llegue a nuestro país.

Para ello, se trata de contribuir a una eficaz estrategia de gestión de las poblaciones de jabalíes en España; además de preparar al sector ganadero porcino para reducir el riesgo asociado al jabalí; e intentamos que todos los sectores implicados se esfuercen en dar una respuesta eficaz frente a la Fiebre Porcina Africana, mejorando el intercambio de datos y de conocimientos.

Como ejemplo, algunos de los trabajos realizados por el GO son la edición de un decálogo informativo con las principales medidas para mantener un control sostenible de las poblaciones de jabalí; la realización de numerosos talleres formativos, que han contado con centenares de asistentes; o las auditorías de bioseguridad efectuadas en 40 granjas de Murcia, Huesca y Lérida, donde se obtuvieron datos muy interesantes para posteriormente tomar medidas eficaces de bioseguridad.

Pero sin duda, de todas estas acciones me gusta destacar dos detalles importantes. Primero, su alta participación, que demuestra la profesionalidad y el compromiso de todos los profesionales del sector con la bioseguridad. Segundo, la implicación de otras asociaciones interesadas en mejorar en este aspecto, empezando por la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), que lo lidera; la Fundación Artemisan, el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), la Real Federación Española de Caza (RFEC), la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA), la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), y la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente (APROCA).

Es importantísimo que esto siga siendo así porque, como decía al inicio, lo más importante en la lucha contra la Fiebre Porcina Africana es la concienciación para mantenernos alerta. Tener claro que las medidas de bioseguridad no se toman porque sí. Que tenemos que cumplirlas todos y en todo momento, porque el futuro del sector porcino, de las 415.000 personas que trabajan en él de manera o indirecta y de sus familias, depende de ello.