El posicionamiento internacional del sector porcino de capa blanca español se reforzó durante el año 2022, afianzándonos como el segundo exportador mundial.
El año se cerró con casi 2,93 millones de toneladas exportadas por un valor de 8.278,9 millones de euros, con una balanza comercial positiva de casi 7.720 millones, un 7% superior a la de 2021.
Son cifras magníficas. De líder. Y no muchos sectores españoles pueden presumir de ello.
Más de 111 países del mundo, a los que hay que sumar los de la Unión Europea, confían en la carne de porcino de capa blanca española para alimentar a su ciudadanos con productos nutritivos de calidad. Y lo hacen porque sus autoridades sanitarias confían en la calidad y seguridad alimentaria de nuestros productos, sin duda, el mejor aval de nuestro modelo de producción.
Lo cierto es que la tarea no era fácil, ya que 2022 era el año en el que se iba a confirmar la reducción de las exportaciones a China tras la recuperación de su cabaña después de la Fiebre Porcina Africana (ASF por sus siglas en inglés) que han padecido. Sin embargo, se han producido dos factores que han contribuido al éxito exportador del ejercicio.
Por un lado, aunque China ha bajado, no lo ha hecho ni mucho menos a los niveles previos a la ASF. Esa es la mejor demostración de que las empresas españolas han aprovechado la oportunidad para mostrar a los distribuidores locales su calidad y fiabilidad empresarial, lo que les ha permitido establecer posiciones sólidas en ese país.
Por otro, la política de diversificación de mercados que sigue el sector ha vuelto a mostrar su acierto. Las empresas no se sumaron a la ola de China descuidando otros países, sino que han seguido trabajando en los mercados más competitivos del mundo obteniendo resultados espectaculares.
Así, sin contar las cifras de China, que aún se están asentando en su nueva realidad, las exportaciones españolas al resto de países crecieron en 2022 un 21% en volumen y un 32,5% en valor.
Además, tampoco olvidamos el mercado más próximo, la Unión Europea, donde cabe destacar los crecimientos de Polonia (24,7% en volumen y 52,7% en valor, Rumanía (38,7% y 68,5%), Hungría (36,8% y 67,5%) y Eslovaquia (29% y 53,4%).
Fuera de la UE, las subidas más significativas son las de Filipinas (32,7% y 59,8%), Japón (42,8% y 40%), Corea del Sur (19,9% y 15%) y Reino Unido (29,5% y 28,8%).
En definitiva, un año de consolidación de nuestra fortaleza en mercados muy diversos y competitivos. Un resultado que vuelve a arrojar una fotografía de un sector eminentemente exportador y con un producto muy apreciado por las autoridades y los consumidores de todo el mundo.