El sector porcino español es un líder mundial que ha ganado cuota de mercado en Perú en los últimos ejercicios. En efecto, desde que en noviembre de 2020 el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria de Perú) reconociera el sistema de equivalencia de inspección y control de carnes y despojos de porcino en España, las exportaciones desde nuestro país a Perú han crecido enormemente.

Si ese año apenas fueron 100 toneladas por un valor de 1,2 millones de euros, en 2022 fueron 1.708,46 toneladas por un valor de 5,65 millones de euros.

Hoy, España, con un 12% de cuota, ocupa el cuarto lugar en países exportadores de porcino a Perú tras Chile (36%), Canadá (26%), y Estados Unidos (12%).

Es una evolución en consonancia con la que ha seguido el porcino español en el mundo en los últimos 25 años. En ese periodo, ha vivido una profunda transformación que lo ha convertido en el tercer productor mundial y el segundo en el ranking de exportaciones, solo por detrás de EEUU y por muy poco.

Para llegar a ello, las empresas porcinas españolas se han convertido en un modelo de ganadería moderna. Una condición que han adquirido partiendo de la implementación del modelo de producción europeo, uno de los más estrictos del mundo, yendo incluso más allá con auto regulaciones más exigentes que las que impone la propia ley europea en materias tan importantes para el consumidor como el bienestar animal, en la que España es hoy un referente internacional.

Eso se ha traducido en productos que garantizan los más altos estándares de sanidad, seguridad alimentaria, calidad y certificaciones de producción. Condiciones muy apreciadas internacionalmente y que han llevado a que las autoridades sanitarias de más de 111 países, a los que hay que sumar los de la Unión Europea, hayan abierto sus fronteras a los productos porcinos españoles para alimentar a su población.

Condiciones muy interesantes para el mercado peruano, que actualmente tiene un ratio de consumo de productos porcinos de 9 kilos por habitante y año, pero cuya evolución prevista se sitúa en torno a los 15 kilos entre 2025 y 2027, con regiones que incluso alcanzarán los 20 kilos por habitante y año.

Además, las campañas de comunicación sobre carne de porcino y bioseguridad de la producción han mejorado el conocimiento de los consumidores peruanos y reforzado sus exigencias. Por ello, la carne de porcino de España se vislumbra como una opción muy interesante tanto de presente como de futuro inmediato, sobre todo para productos como los embutidos o el jamón, que tienen mayor margen de crecimiento ya que el 94% de las exportaciones actuales desde España corresponden a carne, despojos y tocino.