En España son cada vez mayores las tasas de sobrepeso y obesidad en la población infantil, lo que genera que se hayan desarrollado diversas patologías crónicas como enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial, entre otras.
Una de las causas principales es que se ha tendido a la eliminación de alimentos como frutas y verduras, así como alimentos frescos, locales y de temporada, aumentando el consumo de productos procesados de alto valor calórico y baja densidad nutricional, llegando a aumentar estos hasta en un 50%.
Un nuevo estudio
El estudio, bajo el título “Estudio de la condición nutricional y hábitos dietéticos de una población infantil de la Comunidad de Madrid” ha sido elaborado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) en colaboración con INTERPORC.
Este estudio, en el que se han recogido datos de más de 2.600 escolares de la Comunidad de Madrid, indica que las tasas de sobrepeso de este grupo de población resultan elevadas y constituyen un problema de salud pública, siendo la calidad de la dieta y las altas tasas de sedentarismo dos importantes factores de riesgo para su desarrollo.
La carne de cerdo de capa blanca en la alimentación infantil
La carne de cerdo aporta a los más pequeños una cantidad de nutrientes muy variada, necesarios para su crecimiento.
Dentro de una alimentación equilibrada, en el marco de un patrón mediterráneo, es recomendable que los niños consuman todos los grupos de alimentos, adecuando la dieta a cada situación. Así, la ración media de carne para niños entre 4-10 años es de 80-100 g y de 120 g aproximadamente para niños entre 11 y 16 años.
En este sentido, en referencia a la inclusión de la carne de cerdo en la alimentación infantil, SEDCA indica que, como norma general, se puede usar el siguiente truco para estimar una ración media adecuada: un filete magro del tamaño de la palma de la mano del niño, con el grosor de un dedo índice. La recomendación de inclusión se encuentra en torno a 2-3 raciones al día, alternada con otras carnes magras y otras fuentes proteicas como legumbres, pescado o huevo.
En el menú saludable y equilibrado de la población infantil, la carne de cerdo tiene cabida dentro del grupo proteico, proporcionando al niño las vitaminas y minerales necesarios para ayudar a cubrir sus necesidades nutricionales.