Los pilares del éxito de la carne y los elaborados de porcino de capa blanca son muy claros.
Por un lado, nuestro sistema de producción es el europeo, el más garantista del mundo en materias tan importantes como la seguridad alimentaria, la trazabilidad o el bienestar animal.
Por otro lado, tenemos productos, tanto la carne como los elaborados de porcino muy sabrosos y nutritivos. Algunos de ellos, como el jamón, totalmente reconocibles y asociados al concepto de calidad.
Y, finalmente, la profesionalidad de nuestras empresas. A lo largo del tiempo han demostrado que son socios comerciales en los que se puede confiar.
Todo ello conforma un perfil muy atractivo para empresas y países que quieren importar alimentos de calidad, con las máximas garantías de seguridad alimentaria para su población, que cada vez es más exigente. Demandas a las que también damos respuestas.
Por ejemplo, el bienestar animal forma parte del ADN del sector porcino de capa blanca de España y, de hecho, tratamos incluso de ir por delante de lo que pide el consumidor y exige la ley.
El mejor ejemplo es el sello voluntario B+. Para obtenerlo, las empresas deben cumplir el Reglamento Técnico IAWS (INTERPORC Animal Welfare Spain), creado por un comité técnico científico y verificado en su cumplimiento por empresas certificadoras ajenas al sector.
Por sus condiciones, es el Reglamento de Bienestar Animal más exigente del mundo, lo que nos ha convertido en un referente internacional en esta materia.
En otro apartado que cada vez es más demandado, la sostenibilidad medioambiental, también respondemos adecuadamente. Nuestras cifras mejoran constantemente de forma constante. Por ejemplo, reducimos constantemente frecuentemente nuestras emisiones GEI y en la actualidad representan solo el 2,64% del total de España, según datos del MITECO. Eso nos sitúa muy por debajo de sectores con cifras de dos dígitos.
Pero no solo eso, todos los datos importantes, como el consumo de agua por kg de carne producido, también siguen una tendencia constante a la baja.
Y, por si fuera poco, cada vez hay más proyectos de economía circular en los que se aprovechan los purines para generar energía con la que se autoabastecen, o granjas o industrias que utilizan energías limpias.
Por último, sin duda comer sano es una de las principales demandas de los consumidores. En el caso del porcino, tiene proteínas, hierro, zinc, vitaminas del grupo B como la B12, que prácticamente está solo en la carne… No en vano la carne forma parte de la dieta mediterránea, considerada por médicos y nutricionistas como una de las más saludables del mundo.