Hoy en día, la preocupación en la sociedad por adelgazar es cada vez mayor, incluso en personas que no sufren sobrepeso. Cada temporada primaveral la televisión, las redes sociales, las revistas, e incluso las conversaciones con amigos, se llenan de artículos con nuevas dietas, anuncios de nuevos productos milagrosos, etc., que aseguran pérdidas de peso rápidas y efectivas antes de la llegada del esperado verano.

Muchas veces hemos oído hablar de dietas mágicas o dietas milagro que hacen que la pérdida de peso sea muy rápida. A continuación, damos algunas pautas para distinguir si una dieta es o no adecuada, si puede ser peligrosa para nuestra salud o incluso si es un fraude.

¿Qué son las dietas milagro?

Las dietas milagro son aquellas que nos prometen unos resultados rápidos sin apenas esfuerzo y que contienen afirmaciones demasiado bonitas para ser verdad. Prometen resultados impactantes en periodos de tiempo cortos, lo cual no es razonable, sino que puede llegar a ser perjudicial para la salud.

Existen muchas dietas milagro, pero todas ellas comparten unas características comunes:

  • Dietas de poco aporte calórico. Se centran en la energía, pero olvidan la distribución saludable de nutrientes, necesaria en cualquier dieta.
  • Intentan justificar de alguna u otra forma esta ingesta energética tan baja.
  • No corrigen hábitos alimentarios incorrectos.

¿Cómo reconocer una dieta milagro?

Son fáciles de reconocer ya que todas cumplen con los siguientes puntos tan característicos y de los que debemos huir:

  • Recomiendan la compra de algún producto milagro necesario en la pérdida de peso.
  • Dividen los alimentos en alimentos buenos y malos. Si bien, todos los alimentos pueden formar parte de nuestra alimentación, siempre que lo hagan en la frecuencia recomendada y en la cantidad adecuada.
  • Hacen las mismas recomendaciones para todas las personas, mientras que una alimentación saludable debe ser personalizada a las necesidades individuales.
  • Se suele incluir algún testimonio de personajes famosos que no tienen nada que ver con la salud.

¿Cómo conseguir el resultado deseado con una dieta adecuada a nuestras necesidades?

Aquellos kilos que se pierden tan rápidamente se recuperan de la misma forma, y a veces incluso más. Cuando esto ocurre, es a lo que llamamos el “efecto yoyó” o “efecto rebote”, propio de las dietas mágicas.

Alimentarse de forma saludable y controlada es la mejor forma de conseguir un peso ideal. Se debe mantener el equilibro de hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables siempre en base a las necesidades individuales y a la práctica regular de ejercicio físico. En este contexto, la carne de cerdo de capa blanca encaja en la “dieta del sentido común” por su aporte de proteínas y su contenido en minerales como el fósforo y vitaminas como la B1 y la B12.