Las proteínas son necesarias para multiplicar nuestras células defensivas.
Un 20% de la composición de la carne de porcino es proteína.
Las vitaminas son fundamentales para la maduración y multiplicación de las células defensivas.
La carne de cerdo es rica en vitaminas del grupo B (B1, B3, B6 y B12), indispensables para reforzar nuestro sistema inmunológico.
Los minerales contribuyen al crecimiento y multiplicación de las células defensivas.
Hierro, Selenio, Zinc, Fósforo y Potasio están muy presentes en la carne de cerdo.