La economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos en el que prima la reutilización y reciclaje de los productos para volver a incorporarlos a la cadena de producción, otorgándoles una nueva vida útil y evitando que se conviertan en un residuo que pueda afectar al medio ambiente.
Durante la cría del ganado porcino se genera un abono orgánico de gran valor, el estiércol o purín. Se compone mayoritariamente de agua, nitrógeno, fósforo y materia orgánica. Esta composición le convierte en un excelente fertilizante natural que ha sido empleado habitualmente en la agricultura tradicional así como en una fuente de energía renovable.
Elpurín, por tanto,seutilizaparaproducir electricidad y para abonarloscamposy cultivos que proveerán de alimentos al ganado y a las personas.De esta forma los nutrientes no se pierden, sino que se reaprovechan en un ciclo biológico natural que además reduce la necesidad de aplicar abonos “no naturales” a los cultivos.
Por tanto, el ciclo del estiércol o purín es un claro ejemplo de economía circular, donde un cultivo proporciona alimento a los cerdos y éstos, a su vez, proveen de nuevo abono a los cultivos.
Para asegurar el máximo aprovechamiento de los nutrientes por los cultivos es importante aplicar los estiércoles y purines en las dosis y momentos adecuados, tal y como marca una estricta normativa. Con ello se impiden pérdidas al aire y al subsuelo, se evita cualquier impacto ambiental y se garantiza la protección del medio ambiente.
El uso responsable y adecuado de abonos orgánicos, como el estiércol o purín, para la fertilización de los cultivos es parte fundamental de una agricultura moderna y sostenible y garantiza la continuidad del ciclo productivo en línea con las mejores prácticas de la economía circular.