El cerdo es un animal monogástrico, por lo que su alimentación influye directamente en el sabor y en las propiedades de su carne. Gracias al trabajo continuo de los fabricantes de pienso nacionales, España cuenta con una de las mejores industrias de alimentación animal a nivel mundial, que cuida y selecciona las mejores materias primas para ofrecer los compuestos más saludables con los que criar a nuestros cerdos.

Así mismo, España aplica el modelo de producción europeo, cuyos estándares de calidad y seguridad alimentaria son los más altos del mundo. La totalidad de las granjas de porcino de España cumplen a día de hoy la normativa europea de bienestar animal. El objetivo de esta normativa es establecer las normas mínimas para la protección de los cerdos, al mismo tiempo que contribuir a la mejora y mantenimiento de la competitividad de las exportaciones ganaderas creando así un mercado de mayor calidad compatible con el modelo europeo y que permita ganar posiciones en mercados exteriores

Los cerdos de capa blanca son criados normalmente en régimen intensivo y su principal alimentación son los alimentos compuestos con un elevado porcentaje de cereales. Un producto tan básico como los cereales puede llegar a constituir cerca del 70% de los piensos compuestos utilizados en la alimentación animal. Entre ellos, el trigo es el grano más utilizado.

Los piensos que damos a nuestros animales cubren todas sus necesidades nutricionales así como sus diferentes etapas de crecimiento.

El buen hacer de los fabricantes de pienso españoles garantiza que todas las etapas de producción transformación y distribución se lleven a cabo de acuerdo con la legislación comunitaria y la legislación nacional y aseguran que se cumplen todos los requisitos pertinentes en materia de higiene.

En definitiva, cuando consumimos carne de cerdo de capa blanca o sus derivados consumimos productos de máxima calidad, saludables, seguros y producidos con bajo impacto ambiental y atendiendo al bienestar de los animales.